¿Es posible empoderar sin delegar?

¿Es posible empoderar sin delegar?

El empoderamiento (empowerment) y la delegación son herramientas importantes para lograr una gestión descentralizada y transformadora que propicie una mayor productividad y desarrollo en la organización.

Te preguntarás si empoderar y delegar son conceptos similares o diferentes, para clarificar esta inquietud pasaremos a definirlas cada una.

Empoderar viene del verbo inglés “to empower” significa autorizar, apoderar, dar poder, permitir. En el plano organizacional podemos definir como otorgar poder y autonomía a los integrantes de un equipo para tomar decisiones y asumir responsabilidades.

Respecto a la conceptualización de delegar encontrarás una definición parecida a instruir o asignar una tarea a alguna persona para que sea realizada.

Cabe destacar que en mi libro Delega y Transforma he concebido una definición de delegar mucho más profunda que la anterior debido a mi convicción sobre el efecto transformador que encierra la delegación. Te comparto mi definición:

“Delegar es un proceso mediante el cual empoderas a alguien de una actividad o proyecto, logrando impactar y transformar tanto al que delega como al delegado”.

Es indiscutible que el empoderamiento y la delegación son claves tanto para el crecimiento y desarrollo de los colaboradores como de la organización, por lo que es importante establecer que son conceptos diferentes, aunque coincidentes en algunos aspectos específicos.

La delegación es clave para lograr el empoderamiento

A través del empoderamiento se busca que los colaboradores se involucren, se comprometan e identifiquen con los valores, misión y visión de la empresa contribuyendo al desarrollo de la cultura y el liderazgo organizacional.

La delegación por su parte es un mecanismo de transformación que contribuya al crecimiento del líder y al empoderamiento del equipo de trabajo para el logro exitoso de los objetivos organizacionales.

El empoderamiento busca que las personas fortalezcan sus capacidades y se les de autonomia para tomar decisiones, brindar más libertad para que usen sus talentos para contribuir con el éxito de la organización.

La delegación es uno de los aspectos más importantes para lograr el empoderamiento de los colaboradores, en otras palabras no es posible empoderar sin delegar. 

En esa medida, es una habilidad que permite incrementar la influencia a través del autoliderazgo y el impacto en la transformación de los demás.

Es importante destacar algunos aspectos que relacionan el empoderamiento y la delegación:

  • Tanto en el empoderamiento como en la delegación la persona juega un papel preponderante y es el eje transversal que asegura el éxito.
  • Fortalecen las habilidades de liderazgo e incrementan la influencia.
  • La confianza es un aspecto imprescindible para empoderar y delegar exitosamente.
  • La comunicación abierta para transmitir los objetivos, valores y metas del equipo y la organización, es un factor determinante.
  • El desarrollo y la trascendencia tanto del líder como de la persona están presentes en el empoderamiento y la delegación.

La delegación es una herramienta imprescindible para lograr que los colaboradores se empoderen desarrollando su potencial y optimizando su desempeño, en aras de alcanzar exitosamente los objetivos personales y de la organización, por tanto no es posible empoderar sin delegar.

“La capacidad de delegar empieza por creer en el potencial de las personas”.-Paul J. Meyer- 

¡Con afecto!

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