La palabra Excelencia significa cualidad del que sobresale, superioridad, protección, eminencia.
Cuando hablamos de excelencia de inmediato relacionamos este concepto con un desempeño sobresaliente o extraordinario, que distingue o diferencia a la persona u organización que la consideran como un valor y la manifiestan en sus operaciones diarias.
Algunos autores señalan que para ser excelentes es imprescindible sentir pasión por lo que hacemos. Desde mi punto de vista además de sentirte identificado y amar lo que haces, la excelencia está estrechamente ligada con el sentido de orgullo y satisfacción que sientes al entregar un trabajo con un alto nivel de calidad y calidez a los demás.
Es oportuno destacar que muchas veces confundimos la perfección con la excelencia, pero considero que son conceptos diferentes. La perfección es un término relativo y subjetivo pues depende de los estándares de cada uno de nosotros. En cambio, la excelencia es una actitud que nos mueve a dar siempre un servicio excepcional no importa la posición en la que te encuentres, ni el tipo de trabajo que desempeñes.
Querer y sentir que estás dando lo máximo, lo mejor de ti siempre para lograr los resultados tanto a nivel personal como profesional, es trabajar en excelencia.
Para que una empresa u organización entreguen un servicio de calidad excepcional deben hacer de la excelencia parte de su cultura y fomentarla siempre para la satisfacción de sus clientes.
8 características de las empresas que sirven en excelencia
Tom Peters experto en prácticas de gestión empresarial, en su libro “En busca de la excelencia”, luego de estudiar 43 empresas altamente efectivas o de excelencia, concluye que hay 8 características comunes entre ellas que son:
1. Orientación a la acción. Estas empresas siempre preferían la acción, buscar las alternativas para resolver las situaciones frente a la burocracia.
2. Cercanía con el cliente. Establecían relaciones permanentes con sus clientes y se preocupaban por capacitar a su personal para brindar un servicio excepcional.
3. Fomento de la autonomía e iniciativa de los empleados/as. Motivaban a los empleados para que propusiera nuevas ideas y les permitían un alto grado de autonomía.
4. Productividad desde la persona. Fomentaban la confianza y la participación de sus colaboradores como mecanismo para incrementar la productividad.
5. Orientación a los valores. El personal estaba claro sobre los valores que sustentaban esas empresas a todos los niveles.
6. Fidelidad a su negocio central. Estaban claras sobre su tipo de negocio y se enfocaban en desarrollarlo, haciendo lo que mejor sabían hacer.
7. Estructura simple y staff reducido. Su estructura organizativa era más horizontal y simple, así como el número de personas se mantenía en los niveles mínimos requeridos.
8. Dirección central con libertad individual. Hacían una combinación de centralización para los aspectos esenciales de la organización y descentralización para promover la participación y la creatividad del personal.
Al analizar estos 8 aspectos comunes de esas empresas exitosas nos reafirman que la excelencia no es una meta a alcanzar, es decir, un punto que se alcanza para mantenerse en él; sino una actitud y una forma de vida de determinadas organizaciones, que nunca se conforman y que buscan constantemente servir de manera excepcional.
Cómo desarrollar la actitud para lograr la excelencia personal y laboral
Desarrollar una actitud de dar siempre lo máximo de tu potencial es comprometerte con la excelencia y con factores como la alta calidad, los resultados superiores y la satisfacción. Por tanto, para hacer que la excelencia se manifiesta en tu vida diaria personal y profesional toma en cuenta estas 5 recomendaciones:
- Clarifica las expectativas cuando se te asigna una tarea o proyecto es importante establecer una comunicación de ambas vías. La responsabilidad de clarificar las expectativas es de tu supervisor/a, no obstante, tienes la facultad de preguntar y solicitar aclaración sobre los resultados esperados, la fecha límite y otras especificaciones.
- Reflexiona y pregúntate ¿cómo puedo hacer este trabajo en excelencia?.
- Investiga y documéntate sobre otras experiencias de éxito en trabajos similares.
- Asume la excelencia como un eje transversal que este presente en cada una de tus acciones.
- Siente la satisfacción de hacerlo en excelencia.
La excelencia significa ser extraordinario/a en cualquier acción cotidiana que realices. La excelencia es sentir satisfacción porque das lo mejor de ti en lo que haces. No se trata de competir con otros sino contigo mismo. Sea lo que sea que hagas, hazlo siempre en excelencia.
Como dijo Martin Luther King “Si un hombre es llamado a ser un barrendero, debería barrer las calles incluso como Miguel Ángel pintaba, o como Beethoven componía música, o como Shakespeare escribía poesía. Debería barrer las calles tan bien que todos los ejércitos del cielo y la tierra puedan detenerse y decir: aquí vivió un gran barrendero que hizo bien su trabajo”.
¡La excelencia es una actitud, desarróllala!
¡Con afecto!
